Lo que son las cosas…

Pedro Guerra, en una canción, dice algo así como «…y tuve un amigo y no quise perderlo y un día me fuí y jamás volví a verlo…»

Y yo ahora no puedo ver a mis amigos, porque están lejos y solo podemos charlar y compartir a través del blog y ya no veo a los que eran mis amigos a los que no quise perder…

Los más antiguos, los del parque, Eva, la hija de Mª Luisa, amiga de mi madre y su amiga Yolanda, que luego hizo la comunión conmigo. Mónica, la vecinita con quien, algo más tarde, juguaba a los médicos y a espiar a su hermana Patricia mientras tocaba el chelo hasta que nos descubría y se volvía histérica. El Piti, que era un buen tipo pero era también amigo de los gitanos y conocía al Banano y a su primo el Bernar, que nos daban terror porque llevaban navajas y nos quitaban el dinero que nos daban el domingo para ir a comprar pipas en el puestecito ambulante o, lo que era mucho peor el reloj o la bici. Sus hermanas, Carmen, tan buena que era la madre de todos, Raquel, más bicho y a quien me parece que he visto hace poco y que ella me ha reconocido pero que yo no he sido capaz de ubicar, y las otras, ya ni me acuerdo de cuántos eran, una de ellas se chivó a mi padre de que nos habíamos ido a robar uvas a un huerto que había en un patio cerca de su casa. El Cubano, que se llamaba como mi hermano al que quería mucho porque le enseñó a nadar y que tocaba los bongos sobre cualquier cosa sólida (bancos, escalones, arboles…) con unos ritmos que nos parecían imposibles  y que nos enseñó lo malo que era Fidel Castro porque no les dejaba a él y a su familia volver a casa. Almudena, que siempre se quejaba de que su padre y su hermano eran unos machistas y les tocaba a ella y a su madre hacer todo lo de la casa. Jordi, que era del Barça pero jugaba en El Periso, el equipo de futbol del bar de al lado de mi portal y que a su hermano mayor una vez le dieron una puñalada en una discoteca y su primo Gerardo que era más pequeño pero se venía con nosotros. Jaime que se vino a vivir al barrio con su madre y sus hermanos cuando se murió su padre y con quien inventábamos que eramos superhéroes con extraños poderes (que en realidad tenían todos los típicos superhéroes) y un dominio absoluto de las artes marciales que sólo podíamos desarrollar plenamente en la ingravidez de la zona poco profunda de la piscina municipal de la Conce. Su hermano Jorge que nos enseñaba y nos traducía el Muro de Pink Floyd y su hermano Julio, que era más mayor y nos miraba como si estuvieramos todos locos. Montse, que se dejaba meter mano en la piscina y que jugaba al futbol mejor que muchos de nosotros (no sé si mejor que muchos, mejor que yo, si) y su hermano Víctor que a veces nos cuidaba porque era mayor. Jorge que siempre bajaba al parque con su abuelo, que jugaba la partida de cartas con mi padre en el bar Lindamar, porque no tenía padre y que me ganó en una partida de guá todas las canicas que me había regalado Pablo, el hijo de Conchita, la amiga de mi madre. Luis que se vino a vivir al barrio cuando sus padres se separaron y luego resultó que se llamaba Igor pero que le daba corte decírnoslo por si nos reíamos de su nombre pero era imposible reirse de un tío que jugaba tan bien al balón aunqe se pareciese a Felipe (el de Mafalda). Además tenía un hermano que hizo la mili en los «paracas» y que se iba con Johny que era americano y su padre trabajaba en la base de Torrejón y tenía unas Nike importadas y sabía hacer break dance. Mi mejoramigo Nacho, con quien jugaba partidos de futbol de chapas en la moqueta de su cuarto o grabábamos programas de radio a lo «gomaespuma» en el radiocaset en el que escuchaba mis cintas de cuentos, de Marco y de Heidi por las noches. A Jesús y Raúl, dos amigos inseparables que un día se liaron a puñetazos, nadie sabía por qué, y no volvierno a hablarse más, lo que tampoco fué tan malo para Jesús porque a Raúl en el Perelló, su cole, le llamaban el Calígula por las ideas que tenía y porque, lo que era peor, las llevaba a cabo. Además Raúl y su hermano Titín fumaban y sabían esconderse el cigarro para que no lo vieran los mayores. Más tarde se les veía trapicheando con los yonkis que se juntaban en el parque, cerca del auditorio, para comprar droga.

De esa época también estaban los de Villalba como Miriam, que me gustaba mucho. Jaime y Alfonso con quienes jugabamos a un viaje espacial en una tele en blanco y negro enchufada a su espéctrum con unos cascos de motorista puestos para darle más algún realismo mientras que su madre, Choni, hacía las mejores croquetas que jamás haya comido. Marta y su hermano Antonio. Rubén, que no me caía bien. Y el vaquero que conocimos que nos dejaba montar en su yegua y acompañarle mientras pasaba con el ganado por la cañada y nos enseñó a hacer varas de pastor con las ramas de un arbusto.

Y los del barrio de mi prima Mafi, Talo, Mada, Lupe… con los que jugaba a cosas de chicas (la goma, la comba, la rayuela…) y nadie decía que eso eran cosas de chicas, cosa impensable en mi barrio.

Y los del cole. El Pulgui, que en realidad se llamaba Jose Luis y era el más rápido aunque eso no le sirvió para evitar que Jorge, el malo de clase de la Señorita Felisa, le pusiera una zancadilla y al caer se mordiera la lengua y se le quedara un trozo colgando; Guille, con el que hice mis primeras pellas y que me enseñó quiénes eran Barón Rojo y AC/DC; Sonia, que me gustó desde parvulitos hasta que nos fuimos cada uno a un instituto, Laura que también me gustaba, Susana que también me gustaba, pero que me querían mucho «solo como amigo»; Javi, que nos hicimos muy amigos despues de pegarnos de puñetazos en el patio; el Mundi (de Raymundo) que se llevaba los filetes del comedor guardados en el bolsillo del pantalon; Argüello y y el Cubas dos de las mejores personas que he conocido, Quique y el Charly que celebraba los goles como Hugo Sanchez, dándo la voltereta, y en una de esas su talón y mi cara se encontraron y me tuvieron que dar ni se sabe los puntos de sutura. Mariajo, hace unos años estuve enseñando la exposición sobre Scientology a una chica y a un par de chicos y al cabo de un rato la chica me pregunta si me llamo Iñaki y resulta que era ella y yo no la reconocí porque ya no tenía pecas en la nariz. Y Jose Luis el Aute, más que un profe, un colega que se nos llevó de viaje de fin de curso por Andalucía y nos ayudó a formar la primera asociación de estudiantes de la historia de la democracia de mi cole, la Asociación Juvenil John Lennon.

Recuerdo a Teo, de natación, un buen tipo. Ahí, haciéndo judo, conocí a Jorge que me vapuleaba con sus uchi-matas y con quien me encontré más tarde, por suerte, en el instituto. Ahí llegaron también Alicia que me gustaba aunque fuera la novia de Jorge y cada vez que lo dejaban ahí tenía mi hombro a pesar de lo cual también me quería «solo como amigo»; Vega con las hormonas desbocadas; Oscar «Gues», entrañable; Mónica que me partió el corazón en Atenas, Natalie que era muy guapa pero muy borde y su amiga y antítesis Ana Belén D.M. a la que me encontré años más tarde en el estreno de Star Wars Episodio I; Mamen que también me gustó un rato; Lopesinos que repartía cocacolas en un camión con su padre; Demi que era jevi, Torrico que me dejaba sus discos de Dire Straits; Iván, un exaltado; y muchos otros, pero los más unidos eramos la comisión del viaje de fin de curso a Grecia: Jorge, Román, Julio y yo. Los cuatro tíos más diferentes que podían juntarse a saltarse las clases e ir a tomar café con los profes en el Gastesi, los viernes  y los sanwich de la casa con jarra de cerveza en el Blanco, las noches en mi casa cuando mi madre se iba a pasar unos días con mis tías, la playa de cantos de Villajoyosa, el seat 1500 del padre de Román…

Y con Julio y Ana Belén D. llegamos al Chirin y llegaron Cristina e Inma y los besos sonoros y luego todo lo demás: Ángel, Fernando y Ojalá; Ana Mari, Chefa, Luis, las guitarras y las canciones, Menchu y una piedra volando hacia su nariz, Jesucristo Superstar, Juanan, Beatriz y versión original subtitulada el día del espectador en los cines Renoir, Chinini, Raúl, Centro Pax, Oscar, Más Largo, Cascalin, Rosalía, Angelito, Javito, el punto cuatro de los estatutos, Nervi, Javi, Bebi y taller de estrellas después de subir el monte Ocejón, Susana, Sonsoles, Gele, convivencias en Casla, María, Raquel, Pilar, Lili, Edu, Silvio y Aute en Las Ventas y descubrir La Gota de Rocío, Ana, Minerva, Sonia, Cristina, noche de viento en la Cuerda Larga, El Club de los Poetas Muertos, domingo en El Retiro y martes en Libertad 8, Beni, Chili, Manolo, Lolo, despedida en Toledo y Boda en El Escorial…

Luego nació Bruno y todo se fué disolviendo y los amigos eran los padres de los amigos de Bruno y luego de Darío: Lorenzo y Paloma y la mani contra la guerra.

Y ahora los amigos nos encontramos en un jardín virtual…

Desde luego, si has seguido leyéndo hasta aquí te puedo considerar un amigo.

Iñaki

16 Respuestas a “Lo que son las cosas…

  1. y el amigo del jardín virtual que deja de ser virtual para ser sólo amigo y se escapa del jardín para venir hasta aquí y engrosar la lista inagotable de tus amigos.

    No me he saltado ni una línea.

    El jusamawi, colega del wimasaju.

  2. Sólo un amigo puede leer eso J, muchas gracias…
    ¿Alguna vez te has imaginado encontrándote por primera vez con Karen, con Milla, con Patricia o con nosotros?
    ¿Crees que si quedáramos a tomar un café de verdad sabríamos de qué hablar o necesitaríamos llevar ordenadores portátiles e irnos al jardín de Karen?
    ¿Crees que si fueras uno de los que nombro en la entrada dejarías un comentario?¿Y si fueses uno de los que olvido?
    Un abrazo para tí y otro para W.
    Iñaki

  3. Sí,me lo he imaginado.Sería distinto.El sentimiento es doble. Por un lado apetece,se siente curiosidad, por otro da miedo pensar que se rompa esta naturalidad.

    A tu segunda respuesta contestaré con un sí rotundo. A la tercera con uno no tan rotundo.

    Salud

  4. Iñaki ¡qué recuento tan impresionante!

    Además de un post, es un documento histórico de importancia. Me imagino que eres muy joven aún, pero quizá en algún momento te interese la genealogía… y ahora que leo tu entrada, me doy cuenta que deberían existir, de algún modo, algo parecido a los árboles genealógicos con los amigos.

    Te imagino de niño radiante como el sol, esparciendo una luz dorada y sonrisas cálidas sobre todos los otros niños… y ni decir de las niñas. Las que no se derritieron instantáneamente se lo perdieron, de lo cual mi querida Cris da fe y me imagino que se alegra profundamente. Es un honor que mi nombre no esté en esa lista, pero saber que estoy en ella y, lo más importante, en tiempo presente.

    Un beso dorado de la dueña del Jardín.

  5. Wooow! Increíble!!! Cuánta gente ¿cómo lo haces??? JC Superstar… yo era TAN pero TAN fanática que no sólo la vi más de 20 veces en el cine, sino que hasta la íbamos a montar filmada con mi grupo de amigos, llegamos a hacer el casting y a ensayar (adivina quién dirigía la película) y a rodar unas cuantas tomas… y hasta el traje de JC llegué a hacer yo con mis propias manos… Por supuesto me la aprendí de memoria, tenía los discos…. y el libro con fotos de la película, todavía lo tengo. Qué tiempos aquellos! ¿Sabías que Carl Anderson (Judas) es cienciólogo? Interesante, jajaja! Hay un libro extraordinario de Juan Bosch, dominicano, que se llama «Judas Iscariote el calumniado». Es una obra maestra, se lee en un día. Si alguna vez tienes la oportunidad, échale las manos encima sin titubear.

    Preciosa entrada, amigo querido. Coincido también con la gota de rocío, no dejes de caer… qué sorpresa ¿no?

  6. Qué gusto veros por aquí.

    J estamos de acuerdo en ese sentimiento doble. Podríamos quedar un día y a ver qué pasa. Prometo no intentar auditarte (al menos a la primera)

    K, para ser un documento histórico me temo que le falta rigor. Tuve que obligarme a terminarlo, firmarlo y publicarlo, pero la verdad es que hubiera podido ser más grande e imposible de leer pues los días siguientes me iba acordando de otras cosas, nombres, batallitas…
    Creo, Señora Varonesa, que usted y yo somos igual de viejos (o de jóvenes) pero la verdad es que sí, me interesan las genealogías. Por eso me gusta Tolkien y ahora estoy disfrutando con Homero y que si este es hijo del otro y de la de más allá que se juntó con no se qué dios… y por eso me gustó mucho también andar por las raíces del baobab y lamenté perder el mapa para llegar de nuevo. Recuerdo en La Cueva, la casa de un tío mío en Asturias que da para alguna que otra entrada de «recuerdos autoanálisis», que mis tíos, mi madre y algunos de mis primos más mayores se pusieran a hablar de mi familia y a alguien se le ocurriese empezar a esbozar el arbol genealógico de los Méndez – Morena. Hoy mi primo el más mayor ha terminado aquel proyecto y lo actualiza cada año y nos lo manda a todos, pero ese esquema mondo y lirondo en excel no tiene nada que ver con las historietas de unos y otros que iban contando mis mayores ante la mesa, siempre puesta, de La Cueva.
    Una genealogía de amigos sería una gran idea. De hecho, aunque en la entrada intento «catalogar» los grupos y las épocas, sucede que hay algunos que aparecen y desaparecen y vuelven a aparecer ahora en una época, más tarde en otro entorno…
    Tu imaginación no te engaña pues era (y sigo siendo radiante) lo malo es que las niñas y, lo que era mucho peor, las adolescentes me querían mucho pero sólo «como amigo» (¡malditas!)
    En fin. Vuestros nombres, K, M, J y P no están, pero sabéis que estais ahí desde la primera letra hasta el punto final.
    Otro beso (pero no dorado, que mi mente calenturienta me ha jugado una mala pasada y por una asociación de ideas que no sé de dónde habrá podido salir, me ha convertido tu bonita despedida en una imagen nada propia de una dama como tú… tengo que ver menos tele)
    Iñaki

  7. Me siento total, absoluta y completamente ignorada y bypassada. Por supuesto, no es mi imaginación… revisé tu respuesta 2 veces y es un hecho. Y no es la primera vez, ya se está volviendo rutinario. Es muy obvio que Karen tiene cantidades industriales de un «algo» del que yo carezco por completo, que espero descubrir algún día… ¡y obtener la receta! pero esto como que ya es el colmo… Iñaki, ¿estoy, por casualidad e inadvertidamente, en Peligro?

    • Milla, Milla, calma… Te juro por lo más sagrado que cuando terminé mi comentario anterior todavía no había aparecido en mi pantalla el tuyo. No estás en Peligro ni te falta un «nada» que Karen tenga que recetarte. Escribiendo esto y revisando las horas de publicación de cada comentario veo que mis palabras no son muy creíbles pero tengo que decir en mi defensa que cuando estaba terminando el comentario mi ordenador empezó a tener unos fallos raros a través de los cuales a penas pude escribir las últimas líneas y publicarlo sin revisar. Tal vez por eso no te ví.
      Si aún insistes en juzgarme mal, adelante, pero has de saber que ¡de esta acción yo lavo mis manos de sangre inocente! CHAN CHAN CHAAAANN PUM PUM PUM PUM CHAN CHAN CHAAANNN PUM PUM PUM PUM CHAN CHAN CHAN CHAN CHAN CHAN CHAN CHAAN CHAAAAAN…
      ¿Ya sabes cuál era mi personaje?
      Me encantaría que me dirigieras en un proyecto así, habría que rescatarlo y madurar la idea. Mientras buscaré la túnica en el baúl de los disfraces, haré algo de ejercicio para caber dentro y poder hacer los bailes y buscaré el «Judas Iscariote calumniado»
      ¿Me perdonas?
      Iñaki

    • El CHAN CHAN CHAAAANN PUM PUM PUM PUM es este:

      Primera escena: Ted Neely. 2da escena Carl Anderson más coro-ballet, etc. Barry Dennen no aparece por ninguna parte. Entonces, lo que dices es un caos. Lavas tus manos no va con CHAN CHAN CHAAAANN PUM PUM PUM PUM, pero sí con túnica. El CHAN CHAN CHAAAANN PUM PUM PUM PUM va con túnica y Ted y Carl va con CHAN CHAN CHAAAANN PUM PUM PUM PUM pero no con túnica…. Difícil…. Bueno, descartado Pilatos. Ted no baila y sería muy obvio…. mmmm. ¿Judas? ¿En serio? ¡Qué emocionante!

      Sí te creo, de hecho eso fue lo que pensé que había pasado, ¡jajaja! pero quise dramatizar un poco, ya sabes…. Sí me enojé, pero duró menos de medio minuto el enojo, porque entendí lo que había pasado (los 2 cortocircuitos) y ya sabes como es… la Grandeza y todo lo demás…. eso responde tu pregunta final. 🙂

      PD: ¿Qué es «lo más sagrado»?

      • unmundomejor

        O yo te he dado pistas erróneas o tus dotes detectivescas están nubladas por tu pasión por el personaje de Judas.

        Me refería a este CHAN CHAN CHAN …

        Pilatos lleva túnica y, aunque es cierto que no baila, yo si lo hacía en la Obertura de nuestro montaje.

        Es un alivio que no te enfadaras más que dos minutos…

        Tu última pregunta no la puedo contestar aquí y ahora. Dejame reflexionar y tal vez esta noche, en la fiesta, pueda contestarte (dependerá del vino chileno)

      • La primera vez que vi esta obra musical fue en Londres y el papel de Jesucristo iba a cargo de Ian Gillan, el cantante de Deep Purple. Quedé impresionado por la fuerza de su voz, aunque el papel de Judas siempre me fascinó más.
        En el video que pusiste hay un momento que Judas le pregunta a JesuCristo si alguna vez había imaginado ser Número UNO de los Cuarenta Principales. Finísima ironía.

        Salud

  8. Iñaki, claro, JRR… debí suponerlo. Es tremendamente intereeesante, sobre todo cuando tienes el punto de vista que las genealogías podrían llegar a ser de algún modo «ciculares» y «repetirse» algunas líneas de vida en vida, puede ponerse un poco confuso, pero aburrido ¡eso nunca! al contrario. Pienso que perfectamente podría ser material de novela. Bueno, yo estoy convencida que la genealogía debe ser –como quizá recuerdas– mucho más que una colección de nombres, apellidos y parentescos. Ahhh! las mesas e historias familiares, esa es una de las maravillas más subestimadas que pueda haber en el tema de la comunicación y las relaciones humanas… Sobre el último párrafo, la verdad es que no sé qué decir ni qué pensar…. en cualquier caso, siempre es bueno ver menos tele.

    Milla ¡por Dios! A veces me recuerdas a Jusamawi, te pones igual de…. bueno, prefiero no emplear aquí ninguna palabra de la que luego pueda arrepentirme. No seas tontita. Todos te queremos muchísimo y lo sabes perfectamente. Se trata apenas de un cortocircuito fulminante que sufrió Iña que le nubló (espero que momentáneamente) el entendimiento y el juicio, eso es todo. Es evidente que no estaba en pleno uso de sus facultades al finalizar la respuesta a mi mensaje, sé tolerante, por favor, a cualquiera le pasa un día…

    • Milla se ha puesto un poco dramática. Tú que la tienes cerca y la conoces mejor ¿crées que se ha enfadado de verdad o sólo lo hace para asustarme?
      El cortocircuito no lo tuve yo, lo tuvo mi ordenador y por eso no vi a Milla.
      Respecto al último párrafo, eso sí que es un cortocircuito mío mejor no digas ni pienses nada y corramos un «estúpido» velo.
      Iñaki

    • Ella es tremendamente dramática cuando quiere (ya sabes, le criticamos a los demás aquello que…..) Pienso que como ella misma reconoce, se enojó de verdad pero por escasos segundos. No, no creo que lo haya hecho para asustarte…. pero ya que lo mencionas, me parece habértelo leído en más de una ocasión, ¿es que Milla te da pavor o qué? Por qué te asusta, no lo entiendo ¡si es un alma de Dios! Corrido está el estúpido velo.

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