Ésta es mi época favorita del año. Normalmente es más corta de lo que debería, ya que el calor llega de golpe y todo se agosta antes de tiempo. Pero este año está siendo diferente, ya que el invierno se ha alargado y el calor se va alternando con uno o dos días de lluvia que hacen que el campo esté maravillósamente repleto de flores de todos los colores.
Así que en cuanto podemos corremos a dar un paseito por los alrededores de nuestro pueblo con la cámara nueva, disfrutando de todo lo que nos llega a través de todos los sentidos… la vista, el oído, el tacto, el olfato y el que alegra el alma que supongo que es una mezcla de todos los demás.
Un Mundo Mejor 
Ahh mi querida Cris, este intercambio de climas me provoca envidias que no puedo controlar, tengo un muy querido amigo que vive en Valencia, y con el cual casi nos escribimos a diario, por lo tanto me entero de todos los detalles del tiempo, entre otros menesteres, me «saca pica» del brote de las flores, de la tibieza del aire en las tardes, de como calienta el sol las arenas de su playa, yo, le cuento del horrible frío que hace en las mañanas, de como no quiero levantarme los domingos en la mañana porque la cama siempre está màs calentita, etc. etc. como comprenderás… en este momento muero de envidia por vuestra valorada primavera. Disfrùtala mi niña, disfrutala como si fuera algo que has esperado por años, asì podràs saborear mucho mejor sus regalos. Un abrazo para los cuatro.
La verdad es que si, Patricia, con otras épocas del año no me pasa tanto, pero la primavera, siempre la espero como algo muy, muy especial y la disfruto un montón.
En cuanto comience a hacer mucho calor todo este esplendor se irá, pero mientras dure, habrá que disfrutarlo a tope.
Un abrazo tibio para ti.
Cristina.
WOWOWOW!!!! Qué foto! Qué clima! Qué suerte tienes!!!! Suscribo la pica de Patricia. Por acá tenemos unos calores que no se aguantan, desde abril. El mismo infierno. Me alegra que la naturaleza los trate mejor a ustedes. La foto de las flores-conejos está fantástica! Besos.
🙂
Qué gracioso lo de las flores-conejo.
Es una de mis plantas favoritas, ya te contaré un día, hace un par de años mirándolas, tuve la sensación de que yo había tenido que ver algo en su creación (ya sabes una de esas sensaciones que uno invalida según se le ocurren…) se llama cantueso y todo el campito que rodea mi pueblo está salpicado de esas flores-conejo como tú las llamas, y además huelen genial (son de la familia de la lavanda que no sé si conoces).
Un abrazote.
Cris.
Cris, las flores son muy lindas, igual que la foto ¡estás haciendo maravillas con esa Sony! Milla es un poco desconsiderada en llamarles de esa manera, pero qué le vamos a hacer, así es ella…
Conozco muy bien esa sensación de la que hablas, querida, y es como tú dices, la auto-invalidación es tan inmediata, que es como si fuera algo automático que tenemos instalado… no me imagino qué podrá ser. 😉 Me parecen –viéndolas, aún no las he buscado en Google– familia de unas flores que recuerdo de mi infancia en Dinamarca, pero eran blancas, no violeta, las tuyas son mucho más bonitas. Si son muy pequeñas, como una uña o menores, es posible que sean primas.
Pues te felicito, querida ¡te quedaron preciosas! Un beso para ti y otro para el conejote que tienes contigo.